Historias reales y tu siguiente paso
Desperté con nervios y un mapa arrugado. Un tranvía amarillo me llevó a un mirador silencioso. El sol encendió los tejados y, de golpe, desapareció el miedo. Aprendí que lo desconocido se vuelve cercano cuando te detienes, respiras y caminas un poco más.
Historias reales y tu siguiente paso
Empaqué demasiado y usé la mitad. Lo que más pesó fue no preguntar antes. La próxima vez llevé preguntas, una botella reutilizable y zapatos cómodos. La ciudad respondió con sonrisas, rutas inesperadas y esa sensación de que el mundo, en verdad, te estaba esperando.